“Tenemos más de 1.200 diferentes cepillos en nuestro catálogo”, explica Jasmin Keller, directora ejecutiva de la fábrica de cepillos Keller. “En la fabricación prestamos mucha atención a las cuestiones ecológicas y utilizamos casi exclusivamente materiales naturales. Así, el 99% de nuestros cepillos están hechos de madera.”

En general, el medio ambiente es de gran importancia para la fábrica de cepillos Keller. Así, en 2020 se instaló un sistema de energía solar en los techos, el cual produce 285.000 kWh, la mayor parte de los 350.000 kWh que se necesitan. La empresa familiar, certificada EMAS, también participa como una de solo 18 empresas en Alemania en el proyecto piloto CO2Plan, financiado por el Ministerio Federal de Economía. El proyecto, supervisado por la Agencia de Energía de Friburgo, tiene como objetivo mejorar la huella de CO2 de las empresas participantes.

“Estamos orgullosos de ser una de las 18 empresas en Alemania que participan en este proyecto”, dice la directora ejecutiva. “Es un honor para nosotros y estamos comprometidos y apasionados con este trabajo.” Además, el secado de la madera y la calefacción de la empresa se alimentan al 100% con los residuos de madera producidos durante la fabricación.

Amplia Gama de Productos

Las alrededor de 1.200 cepillos se dividen en cuatro segmentos de producto: cuidado del cabello y del cuerpo, cuidado del hogar, cuidado de animales y ocio. En los cepillos para el cabello, hay una línea Pro para profesionales, una línea básica para el cuidado diario del cabello y una línea exclusiva hecha de los materiales más finos. El cuidado del cuerpo incluye la línea Thermo con madera tratada especialmente, así como Care & Wellness con cepillos para masaje y cuidado de la piel. Para el hogar, Keller produce cepillos para ropa y zapatos, cepillos para cocina y comedor, para vivienda y baño, así como para el jardín.

En el cuidado de animales, se utilizan, entre otros, cepillos para perros, gatos y caballos. Pero también hay cepillos para pequeños animales y pájaros. Por último, pero no menos importante, en el área de ocio se encuentran productos como cepillos para el tablero del coche, cepillos para discos de vinilo, cepillos para esquí y cepillos para limpiar los radios de las bicicletas.

Nuevo Edificio

Cuando Johann Baptist Keller fundó la empresa en 1869, inicialmente solo fabricaba los cuerpos de madera para los cepillos, y más tarde también los cepillos completos. Hasta la quinta generación actual, la empresa ha evolucionado constantemente y sigue estando ubicada en Todtnau. En 1999, la economista Jasmin Keller y su esposo Andreas tomaron el mando de la empresa, que en ese momento tenía 35 empleados.

En 2006, se adquirió la insolvente fábrica de cepillos Faller GmbH, fundada en 1827. Hoy en día, la fábrica de cepillos Keller emplea a 144 trabajadores. Como las capacidades en Todtnau ya no son suficientes, actualmente se está construyendo un nuevo edificio en un pueblo vecino.

Activo a nivel mundial

"Hoy en día suministramos a nuestros clientes en todo el mundo", explica Johannes Keller, el hijo de Jasmin Keller, quien se encarga de la planificación de la producción y de los proyectos. "Casi la mitad de nuestro volumen de negocios se genera en Alemania, Austria, Suiza y Francia. Además, exportamos, entre otros destinos, a Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur, Japón y los Estados Unidos. Operamos exclusivamente en el negocio B2B. Nuestros clientes son mayoristas, vendedores de mercados, droguerías y otros puntos de venta."

La fábrica de cepillos Keller está presente en varias ferias internacionales y también en ferias más pequeñas, por ejemplo, en Ambiente en Frankfurt y en Cosmoprof en Bolonia. Las cepillos se distribuyen a través de nuestro propio servicio externo y en parte a través de distribuidores.

Nuevo modelo de horario laboral

“Fabricamos nuestros cepillos como productos premium de manera ecológica y con buena conciencia”, menciona Jasmin Keller como razones de su éxito. “Y también la etiqueta ‘Hecho en Alemania’ tiene una buena reputación mundial. Nuestra tasa de reclamaciones es del 0,01%, la fluctuación de nuestros empleados es del 0,03%. Cada empleado es también un gestor de calidad.”

En general, los empleados tienen una posición muy alta en Keller. Las jerarquías son planas, las nóminas se reparten personalmente y en caso de problemas interviene un equipo de gestión de conflictos. Johannes Keller: “También tenemos un proyecto piloto para una semana laboral de cuatro días con 4,5 horas menos de trabajo y el mismo salario. Un sistema de rotación asegura que cada día el 80% de la plantilla esté presente.”

“Tenemos el valor de abordar y probar cosas nuevas”, añade su madre. “Y eso siempre en interacción con los empleados.” El crecimiento responsable y la digitalización adicional con la participación de los empleados están en la agenda para los próximos años. “Tenemos que digitalizar porque apenas podemos contratar empleados para la producción”, explica Jasmin Keller. “Para los empleados mayores también es un desafío, ya que los insegura. Por eso, este proceso debe comunicarse muy bien. Al hacerlo, la maximización de ganancias nunca es nuestra principal preocupación, sino el buen trato entre nosotros, donde todos se sientan a gusto.”